Las estrategias de los fabricantes están dando giros de 180º después de que los coches eléctricos se hayan convertido en un importante fiasco. Lo que iba a ser un verdadero boom y un fenómeno completamente imparable ya en esta primera mitad de la década, se ha dado la vuelta por completo poniendo a unos más contra las cuerdas que a otras marcas.
Los bávaros sabían que una transformación radical a nivel de marca era un imposible por lo que han conservado su modelo de negocio ofreciendo motores de combustión, híbridos enchufables y eléctricos. Un completo catálogo a gusto del cliente. En unas declaraciones a un medio alemán, el máximo responsable de BMW no sólo ha confirmado que seguirán trabajando en esta línea, sino que también ha expresado su convencimiento de que los coches eléctricos no son para todos los públicos.
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