El culebrón de los aranceles a los coches eléctricos fabricados en China ha tenido en las últimas horas un nuevo capítulo. El gran protagonista ha sido Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno de España, que tras visitar a su homologo Xi Jinping, máximo mandatario de la República Popular, parece haber cambiado su parecer sobre las tasas para los vehículos llegados desde el gigante asiático.
En una rueda de prensa pública, Sánchez ha declarado que “cree que todos nosotros necesitamos reconsiderar nuestra posición” a la vez que ha pedido ser “constructivos” para buscar una solución que satisfaga tanto a la Unión Europea como a China.
Puede leer la noticia completa en AUTOPISTA