Aunque la Unión Europea se dirige a la prohibición de la venta de coches y furgonetas con motores de combustión interna en 2035 -a excepción de los e-Fuels-, BMW no parece dispuesta a rendirse y sigue apostando por esta tecnología, aunque con un enfoque renovado. Según Auto Motor und Sport, la marca bávara acaba de presentar una patente que podría cambiarlo todo, y alargar la vida de este tipo de vehículos en el mercado europeo.
La principal característica que hace que este nuevo motor de gasolina desarrollado por BMW sea mucho más eficiente y menos contaminante, no es nueva: ya se utilizó con los motores diésel hace décadas, aunque la marca bávara la ha recuperado para adaptarla a los motores actuales. De llegar a buen puerto, podría implementarse en la nueva generación de coches que prepara la marca, empezando por el G65 X5 que se espera para 2026.
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