Los precios de los carburantes en nuestro país siguen a la baja como consecuencia del descenso de la cotización del petróleo y están ahora mismo en mínimos del año. El precio medio de la gasolina sin plomo de 95 octanos es de 1,19 euros el litro y el del gasóleo de automoción de 1,065 euros. Incluso, hay decenas de estaciones de servicio que venden este combustible por debajo del euro el litro.
Esto supone que los precios de los carburantes han bajado desde que comenzó el año un 3,5% en el caso de la gasolina y casi un 6% en el del gasóleo.
Estos descensos contrastan con el del petróleo, que ha caído un 15% desde que comenzó el año. La bajada de los carburantes sería aún mayor si los combustibles no tuvieran una fiscalidad tan elevada. Del precio de venta al público de un litro de gasolina, el 55% son impuestos, porcentaje que es del 51% en el gasóleo. El resto son los costes del producto (30%), de la distribución (13%) y el margen bruto del mayorista (2%). Por eso, las caídas del petróleo y de las cotizaciones internacionales de estos carburantes solo repercuten en el 45% del precio de la gasolina y en el 49% del gasóleo.
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