Las bajísimas cuotas de electrificación que muestran algunos mercados europeos como el español o el italiano junto con el parón de matriculaciones eléctricas registrado en Alemania o Francia han provocado que Bruselas se haya visto obligada a escuchar las voces que claman por una marcha atrás en materia de electrificación.
Compradores y algunos fabricantes abogan ya por un frenazo en el proceso de electrificación, que no una marcha atrás, algo que a día de hoy parece inviable.
Puede leer la noticia compelta en EL DEBATE